Hoy, únicamente os quiero dejar mis deseos de que tengáis un 2011 lo más feliz posible, pese a la crisis que nos está golpeando, pese a los poderosos que siguen ciegos y ebrios de poder, estos poderosos que, aquí y en tantos otros lugares, siguen insultándose entre sí, sin aportar ni una sola solución efectiva a la creciente pobreza de muchos, y a la desolación de quienes somos conscientes de lo que está sucediendo y nos sentimos impotentes ante tanta sinrazón y desatino.
Pese a todo ello, que no nos falte el valor para afrontar los malos tiempos, ni la esperanza de que podemos aportar algo que cambie el curso de las cosas, ni la audacia para ponerlo en práctica, ni la ilusión de que el mundo pueda llegar a mejorar, ni la valentía de encontrar, pese a todo, amor para entregar...
Gracias por estar ahí, gracias por leerme, gracias por tanto y tanto como me habéis dado.
Quiero que sepáis que, pese a todo, brindo por el futuro y por cada uno de vosotros.