El mismo día en que yo me dirigía a Valencia, moría Mercedes Sosa en Buenos Aires. No podía dejar de recordar a esta cantora universal, en mi blog, antes de que acabara el mes de octubre, este mes en el que se han marchado, hacia ese destino que a todos nos aguarda, varias personas conocidas. Siempre admiré a esta argentina, nacida en Tucumán. Su voz, su manera de interpretar, su repertorio... me gustó, desde la primera vez que tuve la suerte de escucharla, hace ya tanto tiempo que no podría precisarlo con exactitud. Lo que sí recuerdo es haber cantado sus canciones, siendo muy jovencita, con mi grupo de amigos. Muchas de ellas habían sido escritas por Violeta Parra, como ésta que hoy os he traído aquí. Volver a los 17, era una de las mejores para cantar, cuando nos juntábamos más de cuatro. Su estribillo, tan hermoso y musical, era repetido hasta que nos dolía la garganta. Pero de todas las versiones que se han hecho sobre la canción, ésta que la Negra Sosa cantó junto a Milton Nascimento, es la que prefiero.
Volver a los diecisiete después de vivir un siglo
Es como descifrar signos sin ser sabio competente,
Volver a ser de repente tan frágil como un segundo,
Volver a sentir profundo como un niño frente a Dios,
Eso es lo que siento yo en este instante fecundo.
Se va enredando, enredando,
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.
Mi paso retrocedido cuando el de usted es avance
El arca de las alianzas ha penetrado en mi nido
Con todo su colorido se ha paseado por mis venas.
Y hasta la dura cadena con que nos ata el destino
Es como un diamante fino que alumbra mi alma serena.
Se va enredando, enredando
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.
Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber,
Ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento.
Todo lo cambia al momento cual mago condescendiente,
Nos aleja dulcemente de rencores y violencias,
Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes.
Se va enredando, enredando,
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando,
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.
El amor es torbellino de pureza original,
Hasta el feroz animal susurra su dulce trino
Detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros,
El amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño.
Y al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero.
Se va enredando, enredando
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.
De par en par la ventana se abrió como por encanto,
Entró el amor con su manto como una tibia mañana
Al son de su bella diana hizo brotar el jazmín
Volando cual serafín al cielo le puso aretes.
Mis años en diecisiete los convirtió el querubín.