MAIZALES
Altos maizales,
mecidos por el viento
entre candentes caricias de
soles.
Zumo de tierra,
lágrimas de agua florecida
en tiernos frutos
de ocultas piñas,
recubiertas por envolventes
hojas de verdes pulsaciones
que estremecen el aire
en refulgentes hebras.
Han de llegar manos de cobre
curtidas por el viento,
quemadas por los soles.
Los hombres y mujeres
recogerán el fruto de la
tierra
-greda en lágrimas y cuentas
de sudor-
y seréis derramados
en lluvia de semillas,
para cumplir el ciclo
como humano alimento,
como ardiente bebida …
28 comentarios:
Embriagado del color natural de tu canto, me siento mecido por el viento, es casi un arrullo que dulce me lleva al sabor de la tierra, sencilla, como tus palabras y profunda, como su significado.
Me encanta Marìa.
;)
Ójala María...esos maizales reciban semillas de vida,libertad y esperanza.
Y un día sobre la tierra herida de España los maizales puedan sentir la caricia del sol sin guardar la dulce y silenciosa carga que ahora acunan.
Perdón por escribir así hoy...
Un beso
Muy bueno, María, cómo giras, con qué sutileza, hacia el final.
Bs
Como poeta que se precie, con las adversidades te creces. Ratifico las palabras, no lo haría mejor, de egomanias, Alena y José.
Precioso, María y sabes que lo digo con el corazón.
Besos como tus versos.
Ante la tierra, ante sus dádivas que se nos ofrecen con gratuidad, los humanos nos inclinamos para recoger su fruto ese fruto que saciará el hambre y la sed, ese fruto que nos permitirá seguir con vida. Y ahí deberíamos quedarnos, donde se queda tu hermoso poema.
Por desgracia no es así, pero eso no es de este poema
¿o sí, y lo citas por omisión?
lágrimas de arcilla en cuentas de sudor.... : )
Hermoso poema, María. Sencillo y profundo como bien dice egomanias.
Lo leo y casualmente me hace relacionarlo con mi entrada de hace un rato: hablas de bebidas ardientes y pienso en la chicha, la bebida mágica, hecha con maíz, de los indios guaranies... (uno de mis poemas habla precisamente de una niña guaraní)
Con mucho cariño. Soco
lágrimas de arcilla
en cuentas de sudor...
María redondo, no se puede decir más en tan pocas palabras.
Un beso.
Maria,tienes un email mío. Imagino que al resto de Vosotros os habrá llegado.
Muchas gracias, Egomanías, este poema lo escribí para un encuentro de Poesía Latinoamericana que se llamó Los Colores del Maíz. Has captado su esencia. Un abrazo.
Siento y pienso como tú, Alena, ojalá corriera libre el Viento del Pueblo, por los maizales de España y de tantos lugares del mundo, amordazados por la desesperanza. Un abrazo, fuerte.
Gracias, José, eso es lo que quería reflejar en la doble estructura del poema: el fruto y el esfuerzo. Besos.
Lo sé, Isolda, tus palabras siempre nacen de dentro, de lo que sientes, por eso te las agradezco tanto, en lo bueno y en lo otro... valoro mucho tu coherencia y tu capacidad de expresarla. Un fuerte abrazo.
No hay dádiva gratuita para el ser humano, todo viene del esfuerzo, del trabajo, y aún es más duro para los campesinos... creía haberlo expresado en segunda parte del poema, Amando, aunque ya sabes que normalmente me valgo de la metáfora y la sugerencia más que de la palabra explícita. Un fuerte abrazo.
Gracias por su visita, Manguédoc. Un saludo.
Ya comenté en tu blog, Soco, que yo también he sentido esa especie de conexión entre nuestros poemas. Los tuyos me han impactado por lo sutilmente que expresas la dureza de su contenido, son muy buenos. También pensé en la chicha al referirme a la bebida, pero la que yo he bebido no es guaraní, sino quechua, del Cuzco, de la parte más hermosa del Perú, al menos para mi gusto... Un fuerte abrazo.
Justo has atrapado las metáforas que hablan del esfuerzo para arrancarle a la tierra sus frutos, en este caso el maíz. Te mando un fuerte abrazo.
Recibido, Alena, te contesto vía email. Besos.
No, si quien se ha expresado mal he sido yo. Me refería a lo que viene después, a las injusticias que tienen que soportar, a pesar de su trabajo duro (lágrimas de arcilla en cuentas de sudor). Otros se aprovechan de ese trabajo, otros se llevan los beneficios, otros trafican con su gesto encorvado sobre la tierra.
A esos me refería, por eso hablaba de otro poema, no de éste.
En una economía de mercado así sucede, Amando, son los intermediarios los que se llevan el fruto de las necesidades ajenas, por un lado y por otro, en cuanto a productos básicos para nuestra alimentación y no otros bienes de consumo prescindibles, que llenarían un capítulo de los de punto y aparte... Todavía hay zonas en la tierra en las que los cultivos van a parar a la comunidad que los produce, hay zonas donde se produce la permuta de cultivos por los que resultan de su manufacturaración, hay zonas, todavía, en las que el ser humano depende de lo que le arranque a la tierra, son economías de subsistencia, muy alejadas de nuestra visión occidental del consumismo. El maíz, la papa y el arroz, son productos que entran en las dos vertientes... dejando a un lado su comercialización, que es lo que mejor conocemos aquí y el proceso más lamentable del mercantilismo (al que tú te refieres), son los más extendidos para paliar el hambre en el mundo, de forma directa. Un fuerte abrazo.
Hola, María:
Qué bonito canto a los frutos de la tierra, regalo de Dios y bendito alimento.
A esa bebida ardiente por aquí le llamamos "Chicha", muy popular en nuestros campos Colombianos.
Vengo desde el blog de Amando, he leído su magnífica reseña y he sentido la imperiosa necesidad de leer más... hermosísimo María.
Me encanta haberte descubierto.
Besos.
Desde el lugar de Amando Crabias llego ,por favor!!!lo que me estaba perdiendo!!!por aqui me quedo un abrazo desde Uruguay
Gracias por tus palabras, Rafael. ahora ya sé que esta bebida ardiente, la más popular de todas cuantas se hacen a base de maíz, se llama chicha en Argentina, Colombia y Perú. Un abrazo.
Gracias, Paloma, bienvenida a mi blog, Pavesas y Cenizas es, cada día más, un punto de reunión entre amigos que compartimos el amor a la literatura. Gracias a Amando vamos trenzando lazos de amistad y de compartir lo mejor que tenemos. Un fuerte abrazo.
Bienvenida a mi blog, Fiaris, no sé cómo agradecerla a Amando lo hermoso de su entrada sobre mi libro y el que os haya acercado aquí... un abrazo fuerte.
¡ Hola María ! vengo desde el blog de Amando Carabias María, ha hablado tan bien, que no me he podido resistir.
Me quedo por aquí
Un abrazooo
Bienvenida, Verónica, te repito lo mismo que le he dicho a Paloma y a Fiaris... un fuerte abrazo.
Publicar un comentario