FRIVOLIDADES
Hay
días malos, días que crecen
en un charco de lágrimas.
en un charco de lágrimas.
(Blas
de Otero)
Podría nombrarte presidente,
ministro plenipotenciario
de un reino de tristezas.
Eres causa de llantina,
de suspiros que me ahogan
y no alivian —ni un poquito—
este mosqueo
que oprime mis entrañas.
Podría nombrarte, si
estuvieras…
Adónde mando tanto enojo
si no te das por enterado,
como esos diputados incapaces
—enfermos de avaricia—
posesos de congénita sordera,
cegados por su sombra:
única estrella en el
Congreso.
Hoy, entre trasiegos y
binomios
de vida complicada y de
dilemas.
podrías sentirte, como ellos,
nefasto dirigente
de un amplio reino de
tristezas.
Has levantado piedra sobre
piedra
murallas de dolor donde me
atrapas
sin ganas ya, sin fuerzas y
sin voz.
Como ellos consiguieron con
nosotros:
me tienes indignada.
Ahora te investiría
presidente
de este amplio territorio de
aflicción,
aunque ojalá no llegues a
enterarte;
opinarías que son
frivolidades
entrar a comparar nuestras
desdichas
con las de estar regidos por
felones…
Hoy siento la amargura
de tener que sufrir —sin más
remedio—
el lastre de vivir tanta
injusticia
en medio de tu apática
sordera,
y en un pueblo asqueado de
traiciones.
4 comentarios:
¡Bien!
Y así, como si nada, elegantemente, tantas verdades...
Buendía, poeta
La ironía con palabras dulces es uno de tus fuertes. Te admiro, ya lo sabes.
Un beso fuerte.
Se autonombran, María, se reparten los denominados poderes con la desfachatez de los burócratas y en riguroso orden de diplomas de sus felonías. Creo que la tristeza que se respira en una gran parte de la sociedad, jamás ha sido tan notoria como en esta maldita, mil veces, legislatura. Tu delicadeza y dura crítica, no exenta de una sutil ironía, es más potente de las palabras huecas de quienes chillan sin saber lo que expresan. ¡Dejad al pueblo que exprese su opinión e indignación!
Un fuerte abrazo, querida María.
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