Ayer tuve la suerte de escuchar el recital de Meira Del Mar, nombre por el que se conoce a la gran poeta colombiana Olga Chams, y el honor de poder hablar con ella unos minutos. Recitó doce poemas, su actuación nos dejó fascinados a todos los presentes. A sus ochenta y seis años, con serios problemas de visión, sigue manteniendo la fuerza de la eterna juventud; su voz, plena de energía y sensibilidad, inundó la Sala Borges de Casa de América,que estaba tan llena que mucha gente se tuvo que quedaren pie o sentarse en el suelo. Nos hizo vibrar a todos con la belleza de su palabra y la forma de transmitirla. Los aplausos fueron contínuos. Y el comentario general de quienes estuvimos allí fue que se había hecho muy breve su intervención. Hoy dará otro recital en La Residencia de Estudiantes, quienes no hayan podido estar presentes ayer, que procuren no perderse su actuación de hoy, es realmente maravillosa.
NUEVA PRESENCIA
Venías de tan lejos como de algún recuerdo.
Nada dijiste. Nada. Me miraste a los ojos.
y algo en mí, sin olvido, te fue reconociendo.
Desde una azul distancia me caminó las venas
una antigua memoria de palabras y besos,
y del fondo de un vago país entre la niebla
retornaron canciones oídas en el sueño.
Mi corazón, temblando, te llamó por tu nombre.
Tú dijiste mi nombre... Y se detuvo el tiempo.
La tarde reclinaba su frente pensativa
en las trémulas manos de los lirios abiertos,
y a través de las nubes los pájaros errantes
abrían sobre el campo la página del vuelo.
Con los hombres cargados de frutos y palomas
interminablemente pasaba el mismo viento,
Y en el instante claro de los bronces mi alma,
llena de ángelus, era como un sitios del cielo.
Una vez, antes, antes, yo te había perdido.
En la noche de estrellas, o en el alma de un verso.
Una vez. No sé donde... Y el amor fue tan sólo
encontrarte de nuevo.
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