Cuando escuché por primera vez esta canción de Luis Eduardo Aute, me pareció revolucionaria. Han pasado bastantes años, lo que dice en ella sigue siendo una gran verdad, pero en las actuales circunstancias resulta suave. Ya no hay maquillajes de ocasión, ahora se van desenmascarando, unos y otros, todos los que nos están llevando al desastre, a la fractura social, sí, todos esos especímenes políticos a los que el pueblo votó y que, por desgracia, nos gobiernan. Aunque en este momento el pueblo está harto de tanto desatino, de tanta desvergüenza, de tanto banquero mangante y de tanto político, que bien se podría calificar de mangante legalizado, por ir llenando su bolsillo con sueldos desmedidos- por no hablar de las famosas dietas y privilegios-, mientras el pueblo se hunde en la pobreza, y buena parte del mismo ya vislumbra la miseria. La fractura social está servida.
Vamos al desastre más absoluto, los recortes a los más débiles, siempre a los más débiles, en Sanidad y en Enseñanza, la bajada de las pensiones y la del subsidio de paro, en un país donde no hay empleo, la bajada de los sueldos de los funcionarios, la supresión de la paga extra- con la que los funcionarios se desentrampaban-, la subida de impuestos a una población que ha visto severamente mermado su poder adquisitivo, la falta de créditos a empresas que, ante la quiebra, no tienen más salida que dejar a sus empleados en la calle... y mientras todo esto acontece, se evaden- y se evadieron- a paraísos fiscales, capitales de empresarios vinculados a familias intocables, e incluso alguno despilfarró- y probablemente seguirá despilfarrando, a la primera de cambio- una fortuna en cacerías de especies protegidas- en otros continentes-, sin que parezca que se les remueva nada en la conciencia, aunque, eso sí, saben hacer buenas llamadas a nuestro común y patrio espíritu de sacrificio, aún cuando saben que a los inmigrantes se les va a denegar la asistencia médica, si no tienen papeles o llevan demasiado tiempo en paro, y a nuestros jubilados, todos ellos con escasos recursos económicos, les cobran ya las medicinas y los desplazamientos para tratamientos como, por ejemplo, la hemodiálisis. Y, por añadidura, nuestros ancianos enfermos -Alzheimer, enfermedades óseas y/o musculares degenerativas, etc.- están dejando de percibir el apoyo económico preciso para su necesaria asistencia, no sólo en centros especializados sino también en el núcleo familiar, pese a todo lo que hayan cotizado a lo largo de sus vidas...
No, hoy no estoy para escribir poesía, ni tan siquiera me nace un poema de denuncia social, ni estoy cuidando el estilo de lo que digo, porque hoy se me ha hundido la belleza en el asfalto de esta urbe en la que, cuando el pueblo protesta- por ejemplo hace dos días, con el apoyo de Madrid a los mineros- los que mandan envían a los funcionarios de orden público- tan perjudicados por los recortes, las subidas de impuestos y la ineficacia política como quienes protestan- contra los que alzan su voz y su indignación por todo lo que está pasando. Pueblo contra pueblo, damnificados contra damnificados...y ellos, los que mandan, con sus traseros bien asentados en el poder, contemplando como el pueblo se lía a hostias, sabiendo que los que la han liado son ellos, los bien pagados, los impunes, los políticos de todo pelaje...
Para terminar diré que leí una pintada, en un vídeo, que decía así: "Nos mean encima y la prensa dice que llueve". Hagamos algo que frene esta locura, tan aplaudida por Europa. HAGAMOS ALGO.
LA BELLEZA
y su reverso, la medalla
no propuse otra batalla
que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras
el combate es la escalera
y el que trepe a lo mas alto
pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto
la belleza...
Míralos, como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión;
siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre
su parásita ambición.
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes,
mas que nausea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza...
Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios,
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón.
Y ahora que se cae el muro
ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales,
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza…
4 comentarios:
Querida María:
Tus palabras son las que pensamos todos y tu decepción la misma que sentimos.
Lo expresaste estupendamente.
Un abrazo enorme ( que eso no lo recortan ni lo recortarán nunca).
Querida María,
Tienes toda la raón; este poema de Aute sigue vigente como tantas otras cosas que creímos que no volveríamos a decir; ni tan siquiera pensar. Pero ahí estamos, de nuevo en la lucha, tú con tus hermosas palabras, contenidas de rabia y otros, como yo, más exaltadaos. Sé que a tu blog vienen gentes de otros países. Tal ve les interese algún enlace de los que no dejaremos de luchar.
Siempre besos, María combativos, eso sí.
http://lafarsademocticaolapartitocracia.blogspot.com.es/
http://www.facebook.com/isoldaw
http://www.facebook.com/isoldaw#!/rafael.narbona
Pongo los que conozco más, pero de ahí encontaréis tanatos con voluntad de cambio!
Más besos.
¿Todavía puede afirmarse que la poesía es un arma cargada de futuro? Parece que son tiempos complicados, y por tanto, por más complicados que sean, más faltan nos hacen palabras como las tuyas.
Contigo, creo que caminamos hacia el abismo, pero espero que haya aún tiempo de parar este camino.
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