En esta parte de la obra de Ibn Hazem, voy a resumir los diferentes apartados centrándome en los poemas más significativos. Este estudio sobre el amor, de mil años de antigüedad, sigue sorprendiéndonos por la vigencia de los sentimientos que expresa. El ser humano, a través de los siglos y de las diferentes culturas, continúa enfrentándose al amor y sus dolencias con una mínima evolución, de ahí viene la frescura que mantiene este texto.
SOBRE LA CONFORMIDAD:
"Cuando el amante no puede conseguir la unión amorosa, tiene que conformarse con lo que pueda obtener."
"Si es que te niegas a unirte conmigo, sabe que yo
me contento con mirarte, puesto que no hay unión.
Me basta con verte una vez al día,
aun cuando antes no me contentaba con el doble."
"Bendita sea la tierra que tu habitas
y benditos los que hay en ella, porque en ella se instaló la felicidad.
Sus piedras son perlas; rosas sus cardos;
sus aguas miel; su polvo ámbar gris."
"He visto en sueños que partías
y que empezábamos a despedirnos llorando.
Pero, al despertarme, te hallé abrazado a mí,
y mi tristeza, al verlo, se ha disipado.
He renovado entonces el abrazo y te he apretado contra mí,
como si volviese a ti de una separación desgarradora."
"Me dicen: "Está lejos". Yo contesto: "Me basta que esté
conmigo dentro de un mismo Tiempo del que no puede salirse.
El mismo sol que pasa sobre mí pasa también sobre él
cada día, cuando renueva su luz.
Luego, aquel de quien no me separa otra distancia
que la de un solo día, ¿está lejos?"
SOBRE LA ENFERMEDAD:
"Le robaste el corazón a viva fuerza,
y ¿quién puede vivir sin corazón?
Ayúdale con la unión para que vivas noblemente
y alcances el premio el día del juicio.
Pues veo que si esto dura va a cambiar
las ajorcas de sus tobillos por las cadenas de los locos.
En verdad, tú has enamorado al sol,
y su amor por ti es evidente ante la Humanidad."
SOBRE EL OLVIDO:
"Si mira, el que está vivo muere por su mirada.
Si habla, dirías que se ablandan las piedras.
Es el amor como un huésped que hizo alto en mi espíritu:
mi carne es su alimento; mi sangre su bebida."
"Si antes me hubieran dicho:
"Olvidarás a quien amas",
mil veces habría jurado:
"Eso no sucederá nunca."
Pero ya que tras un largo desdén
fuerza es que venga el olvido,
bendito sea tu desdén,
pues que trabaja y se fatiga en curarme.
Ahora me maravillo del olvido,
como antes me maravillaba de la firmeza,
y veo ya tu amor como unas brasas
que arden, pero bajo la ceniza."
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