EDAD
DE LA INOCENCIA
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera.
(Antonio
Machado)
Perdimos─
sobre tiempo deshojado─
la
edad de la inocencia.
Huyeron
de tus ojos temblorosas ternuras
de
quebradas arenas y relojes
marcando
destinos fugaces.
Van
danzando en calimas inasibles pasados
entre
vientres marinos,
bajo
nubes tendidas en los pliegues del agua.
La edad de la inocencia nos atrapa
con
palabras liberadas al aire…
Pegasos
de aladas alburas,
grupas
de recuerdos, cascos de cristal,
galopar
del tiempo─ frágil transparencia─
con
inverso rumbo al hoy que habitamos.
Carrusel
de vida que rueda entre ecos
y
ejes de nostalgia de eterno girar.
14 comentarios:
Por qué no podemos madurar sin despedirla; por qué no convive con
nosotros hasta el último día.
La echo de menos, algunas veces no te imaginas cuánto.
Un poema hermoso.
Feliz semana, amiga María.
Afortunadamente siempre nos queda un poco de esa edad, a pesar de que pasen los años implacables.
Un beso
Querida María, tus versos me han recordado el brindis que hace la protagonista de Memorias de África, película basada en los cuentos de Karen Blixen : "¡Por la candida adolescencia!". Sí. Me sumo: "¡Por la cándida adolescencia!".
Un abrazo.
Sin esa inocencia, esa etapa cándida y pavonera, la vida no tendría sentido. Por eso cuando ya tenemos unos años deseamos y queremos realmente amar como en esa etapa. Se transforma.
Por lo tanto, bendita inocencia.
Besiños, María.
Esta voz tuya, tan tuya como es del cristal la delicadeza, se mece en mis sentidos mientras leo tu poema, y siento que vuelvo a vivir esa edad... terminamos siempre por volver a ella. Bello poema, querida María.
Un beso y un abrazo muy fuerte.
Leo
Se pierde la edad de la inocencia?
Tal vez se olvide o no se valore, o se desprecie, o se oculte por otras vivencias mas reales y concretas, o mas atractivas y materiales... pero queda ahí y se puede sentir y llevar y vivir a lo largo de toda la vida. Eso creo y tu bello poema lo confirma.
Muchosbesos
Hola, María:
Cual un leve suspiro la vida pasa rauda, mas la bella inocencia el corazón la guarda.
Gracias por visitarme, un abrazo.
La inocencia nunca se pierde
lo que ocurre es que la vamos tapando con capas y capas de madura realidad
bonito poema
saludos
RAUL
Carrusel de vida, juegos y risas eso es la inocencia.Ingenuidad y pureza, confianza y sana curiosidad, lindas virtudes la de los niños.
Me encantó leerte.Preciosos versos.
Abrazos.
Pasa por http://unrinconcitoespecial.blogspot.com
Hay una bella hortensia para ti.
Así creo que es, María, entre la ternura y la nostalgia.
Esa inocencia, que yo añoro, ceo que ha dejado un poso tan importante que sin ella nos sería difícil llamarnos humanos.
Creo que quien la vivió con intensidad la posee cuando aparentemente ya no debe experimentarla.
Esta es la fortaleza de la experiencia.
Un fuerte abrazo, María.
María, la inocencia no se pierde...algo nos queda, al menos eso me gustaría pensar que nos ocurre.
Un beso.
siempre nos queda un poco en el tintero.
Un placer leerte y saludarte
Ese territorio que se nos escapa sin darnos cuenta, y cuando pretendemos recobrarlo ya es imposible, ya es un sueño... Pero al menos nos quedan los sueños y el recuerdo de esas palabras, aquellas... Porque la palabra tiene la capacidad de re-crear la vida.
Hermosa esta frágil transparencia.
Un beso, María.
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