lunes, 21 de abril de 2008

EL COLLAR DE LA PALOMA IV, IBN HAZEM

SOBRE QUIEN, HABIENDO AMADO UNA CUALIDAD DETERMINADA, NO PUEDE AMAR YA LUEGO NINGUNA OTRA CONTRARIA:

Me la afean porque tiene rubio el cabello,
y yo les digo:"Ésa es su belleza, a mi juicio.
Yerran quienes vituperan el color de la luz y del oro,
por una necia opinión del todo falsa.
¿Censurará alguien el color del narciso fragante,
o el color de las estrellas que brillan a lo lejos?

SOBRE LAS ALUSIONES VERBALES:

Reproches y quejas por injusticias
vinieron de quien era a la vez ofensor, juez y litigante.
Se quejaba de lo que sentía, sin que nadie,
mas que aquel de quien se quejaba, supiera lo que quería decir.

SOBRE LAS SEÑAS HECHAS CON LOS OJOS:

"Precisamente, el mérito de la vista consiste en que su esencia es la más alta de todas y la de más subida condición, por cuanto forma parte de la esfera de la luz. Los colores no se perciben sino por ella. Además, nada hay que llegue más lejos ni tenga más remoto alcance, puesto que por ella se perciben los cuerpos de las estrellas, que están en las lejanas esferas del firmamento, y por ella ves los cielos, a pesar de su inmensa alteza y distancia; todo lo cual no obedece sino a su afinidad con ese celeste espejo en cuanto a sus características congénitas."

SOBRE LA CORRESPONDENCIA:

Duro es hoy para mí romper tu carta.
Pero, en cambio, el amor no hay quien lo rompa,
y mejor es que dure el amor y que se borre la tinta,
pues lo accesorio debe sacrificarse a lo principal.
¡En cuantas cartas está la muerte de quien las escribe,
sin que éste lo supiera cuando las trazaban sus dedos!

SOBRE EL MENSAJERO:

Tu mensajero es como una espada que tienes en la diestra:
mira bien su filo y no hieras con ella antes de aguzarlo.
Pues el mal que produce una espada mohosa
se vuelve contra el que, sin saberlo, la blande.

SOBRE LA GUARDA DEL SECRETO:

Tengo para el secreto un lugar tan recóndito, que, si entra en él vivo,
no puede caberle ninguna duda sobre su muerte.
Lo mato allí; pero esa muerte es la vida del secreto,
lo mismo que la tristeza es la alegría del enamorado.

SOBRE LA DIVULGACIÓN DEL SECRETO:

Los asuntos graves no los trates en chanza;
pero, si quieres algo fácil, no malgastes energías.
Cuando te asalten vicisitudes del Destino
_ y las acometidas de la fortuna son frecuentes_
opón con prudencia el esfuerzo adecuado:
poco te bastará frente a poco; mucho frente a mucho:
¿No ves la candela? Recién encendida,
cuando empieza a lucir, la apaga un soplo.
Pero, cuando prenden en ella llama y fuego,
tu mismo soplo la aviva y la propaga.

SOBRE LA SUMISIÓN:

¿Volverán para nosotros los tiempos de la unión?
¿Tendrán un límite las vueltas de esta suerte?
La espada se ha hecho sierva del palo.
La cautiva gacela se ha tornado león.

SOBRE LA CONTRADICCIÓN:

Cuando logre que mi alma alcance sus deseos
de esa gacela que no cesa de atormentarme,
tanto me dará su aversión como su sumisión,
e igual será para mí su cólera que su contento.
Cuando encuentro agua, he de apagar con ella
el ardor de la brasa de tamarindo.

sábado, 12 de abril de 2008

Ibn Hazm de Córdoba.


Desde Argentina, Nicolás Garat, me ha enviado este hermoso poema de Ibn Hazm. A través de estos versos descubrió a nuestro poeta cordobés y me anima a continuar con los textos de El collar de la paloma. Así lo haré a mi regreso. Ahora voy a estar ausente una semana, por motivos de salud. Pero en cuanto vuelva continuaré con estas páginas digitales, gracias a todos por seguirme. Espero que, tras mi breve ausencia, lo sigáis haciendo.

Te consagro un amor puro y sin mácula.
En mis entrañas está visiblemente grabado y escrito tu cariño.
Si en mi espíritu hubiera otra cosa que tú,
la arrancaría y desgarraría con mis propias manos.
No quiero de ti otra cosa que amor:
Fuera de él no pido nada.
Si lo consigo, la Tierra entera y la Humanidad
serán para mí como motas de polvo y los
habitantes del país, insectos. Ibn Hazem

viernes, 4 de abril de 2008

EL COLLAR DE LA PALOMA III


En esta tercera parte del somero estudio que aquí voy reflejando sobre esta obra de Ibn Hazm, me voy a limitar a transcribir algunos fragmentos de sus poemas, los que más ilustrativos me han parecido a cerca del tema que va desgranando en los siguientes capítulos:

SOBRE QUIEN SE ENAMORA EN SUEÑOS:

Querría saber quién era y cómo vino de noche.
¿Era la faz del Sol o era la Luna?
¿Era una idea que la razón alumbró en sus reflexiones?
¿Era una imagen espiritual que hizo surgir ante mí el pensamiento?
¿Era un espectro forjado con las esperanzas del alma
y que la vista tuvo la ilusión de alcanzar?
Tal vez no era nada de eso, sino una desgracia
que el destino me trajo como causa de mi muerte.

SOBRE QUIEN SE ENAMORA POR OÍR HABLAR DEL SER AMADO:

Las tropas del amor han acampado en mis oídos,
como lo muestran las lágrimas de mis ojos.

SOBRE QUIEN SE ENAMORA POR UNA SOLA MIRADA:

Pecaron mis ojos moviendo esta angustia de amor en mi corazón,
y mi corazón envió las lágrimas para vengarse de los ojos.
¿Cómo encontrar justas estas represalias del llanto,
cuando anegan las pupilas con sus fluidos torrentes?
Antes que la viese nunca la encontré para conocerla,
y el momento que la vi fue nuestro último encuentro.

SOBRE QUIEN NO SE ENAMORA SINO CON EL LARGO TRATO:

El verdadero amor no nace en una hora,
ni da fuego su pedernal siempre que quieres,
sino que nace y se propaga despacio,
tras larga compenetración, que lo afianza;
entonces no pueden acercarse a él abandonos ni menguas,
ni pueden alejarse de él firmezas y aumentos.
Confirma esto el que vemos que todo
lo que se forma presto también perece en breve.
Yo soy una tierra dura y pedregosa,
reacia e insumisa a toda vegetación;
pero si algunas plantas afincan sus raíces,
no han de cuidarse de que abunden las lluvias de primavera.

Y con estos versos acabo esta tercera parte. Tras su lectura, me han venido a la memoria, de manera inevitable, quienes se dedican a ir saltando de círculo en círculo de fuego, aquellos que van creando sucesivos anillos de fatuas ilusiones. Falsos ritos que prenden, arden, se consumen y se convierten en un puñado de cenizas, meros fuegos de artificio que duran lo que dura la fiesta. Y que el viento arrastra, sin más dirección que la de su propio capricho.
"Yo soy una tierra dura y pedregosa..."
Me gusta, me identifico, y me quedaré pensando, pensando...