jueves, 20 de enero de 2011

SILVIO RODRÍGUEZ: SUEÑO CON SERPIENTES



Hay quienes hacen daño porque ésa es su naturaleza. Llegan a pensar que el personaje que han inventado sobre su miserable realidad (o el mundo de mentiras que han tejido a su alrededor), son una muralla que les va a proteger de sus desmanes para poder seguir engañando, abusando de la buena fe de quienes, porque su naturaleza es la contraria, caen en sus enredos, en sus tejemanejes, en su red. Claro que un dolo no suele durar siempre, mucho menos una serie de ellos. Así que, cuando se les desenmascara, su manera de defenderse es perversa: amenazan, calumnian, difaman...
A veces puedes defenderte con armas legales, pero en otras ocasiones se aprovechan de que confiaste en ellos y, si te han robado, no hay documentos que lo prueben. Si te han engañado, es su palabra contra la tuya. Si te difaman, sigue siendo su palabra contra la tuya... luchas en vano, caes en la impotencia de no saber qué hacer para defenderte. Te alejas y guardas silencio. Y confías en que alguna vez, cuando perjudiquen a alguien (de esos muchos alguienes utilizados), dejen un rastro que muestre su verdadera condición. Y suele ocurrir que, en su desmedida soberbia, acaban por caer en su propia trampa. Tanto repiten sus infamias que van dejando un reguero de huellas, de negras huellas, que ese alguien determinado acierta a descubrir un día cualquiera. Alguien quizá con ira, quizá con rabia, pero con la verdad por delante. Y no hay mejor arma que la verdad para derribar los muros de la mentira. Esa verdad que, aunque no sea la tuya, se suma a la tuya. Mientras tanto, has estado muchas noches soñando con serpientes...

SUEÑO CON SERPIENTES

Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida:
esos son los imprescindibles.

Bertolt Brecht


Sueño con serpientes, con serpientes de mar,
con cierto mar, ay, de serpientes sueño yo.
Largas, transparentes, y en sus barrigas llevan
lo que puedan arrebatarle al amor.

Oh, la mato y aparece una mayor.
Oh, con mucho más infierno en digestión.

No quepo en su boca, me trata de tragar
pero se atora con un trébol de mi sien.
Creo que está loca; le doy de masticar
una paloma y la enveneno de mi bien.

Ésta al fin me engulle, y mientras por su esófago
paseo, voy pensando en qué vendrá.
Pero se destruye cuando llego a su estómago
y planteo con un verso una verdad.

8 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Malos sueños son esos, María. Algo hapasado, sea lo que sea cuenta con mi solidaridad.
Un beso

Isolda Wagner dijo...

Pero tú lo has dicho, querida María: la verdad derriba los muros; lo conseguirás. Creo que eres de las imprescindibles, aunque verás que pronto se resuelve todo.
Besos para que sueñes con sirenas.

Amando Carabias dijo...

Al final la verdad, como idce Isolda, brillará.

Flamenco Rojo dijo...

No hay mal que cien años dure...Vendrán tiempos mejores porque tú te lo mereces.

Silvio Rodríguez, genial, como siempre.

Un beso.

Maria Sangüesa dijo...

Gracias, amigos, muchas gracias por vuestra solidaridad. No es ya lo que me hicieron a mí, es que da escalofríos ver que se sigue haciendo. Y, al mismo tiempo, reconforta ver que las verdades salen a la luz. Un abrazo muy fuerte.

Charcos dijo...

Me impresionó leerte María, y está claro que debemos todos ayudar a que en cualquiera de las circunstancias que sean la verdad siempre salga a flote. No es fácil... la vida nunca lo es ;)

Besicos muchos para ti

Ps graciasss por tu comentario en el blog

Unknown dijo...

NO que te ha hecho escribir este texto, querida Maria, pero como dice el dicho: "la mentira tiene las piernas cortas y la verdad siempre la alcanza."
Un abrazo sincero y lleno de energias positivas para ti.
Leo.
PD. La canción de Silvio es estupenda, aunque no sea bello soñar serpientes.

Beatriz Ruiz dijo...

Mi querida María...

Una agnóstica te diría que al final todo se paga... aquí, en algún momento de esas negras vidas... De otra manera esto que llamamos vida no tendría ningún sentido... y lo tiene...

Espera, confía y no prestes demasiada atención a la mentira... después de todo no significa nada, no crea nada, no avanza...

Aléjate, ignora... y sigue tu propio camino...

Beso grande y envolvente...