jueves, 22 de octubre de 2009

MERCEDES SOSA Y MILTON NASCIMENTO: VOLVER A LOS 17



El mismo día en que yo me dirigía a Valencia, moría Mercedes Sosa en Buenos Aires. No podía dejar de recordar a esta cantora universal, en mi blog, antes de que acabara el mes de octubre, este mes en el que se han marchado, hacia ese destino que a todos nos aguarda, varias personas conocidas. Siempre admiré a esta argentina, nacida en Tucumán. Su voz, su manera de interpretar, su repertorio... me gustó, desde la primera vez que tuve la suerte de escucharla, hace ya tanto tiempo que no  podría precisarlo con exactitud. Lo que sí recuerdo es haber cantado sus canciones, siendo muy jovencita, con mi grupo de amigos. Muchas de ellas habían sido escritas por Violeta Parra, como ésta que hoy os he traído aquí. Volver a los 17, era una de las mejores para cantar, cuando nos juntábamos más de cuatro. Su estribillo, tan hermoso y musical, era repetido hasta que nos dolía la garganta. Pero de todas las versiones que se han hecho sobre la canción, ésta que la Negra Sosa cantó junto a Milton Nascimento, es la que prefiero.

Volver a los diecisiete después de vivir un siglo
Es como descifrar signos sin ser sabio competente,
Volver a ser de repente tan frágil como un segundo,
Volver a sentir profundo como un niño frente a Dios,
Eso es lo que siento yo en este instante fecundo.

Se va enredando, enredando,
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.

Mi paso retrocedido cuando el de usted es avance
El arca de las alianzas ha penetrado en mi nido
Con todo su colorido se ha paseado por mis venas.
Y hasta la dura cadena con que nos ata el destino
Es como un diamante fino que alumbra mi alma serena.

Se va enredando, enredando
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.

Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber,
Ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento.
Todo lo cambia al momento cual mago condescendiente,
Nos aleja dulcemente de rencores y violencias,
Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes.

Se va enredando, enredando,
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando,
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.

El amor es torbellino de pureza original,
Hasta el feroz animal susurra su dulce trino
Detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros,
El amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño.
Y al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero.

Se va enredando, enredando
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.

De par en par la ventana se abrió como por encanto,
Entró el amor con su manto como una tibia mañana
Al son de su bella diana hizo brotar el jazmín
Volando cual serafín al cielo le puso aretes.
Mis años en diecisiete los convirtió el querubín.

12 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, María...

Un gusto volver a tenerte entre nosotros.

Mercedes Sosa y Violeta Parra fueron parte de mi vida universitario, sus canciones de protesta eran como un grito de libertad, aunque por aquella época era muy arriesgado cantarlas.

Aún las canto, de vez en cuando, en las noches de tertulia.

Abrazos.

Amando Carabias dijo...

Hermosa canción, tantas veces tatareada, hermosa interpretación.
Nuevo moemnto (gracias) para recordar a esta grandísima intérprete.

María Socorro Luis dijo...

Mercedes, Violeta, Cafrune, Yupanki...sus canciones-grito de protesta, su temática sobre el indio despojado... nunca los olvidaremos.

Gracias María, y abrazos. Soco

Isolda Wagner dijo...

Tantas veces cantada y tantas veces sentida! Mis años, los diecisiete fueron decisivos en mi vida, me abrí a otros mundos a la amistad profunda, a más lecturas, a más músicas.
Sigo poniendo el disco de Rosa Leon, aunque la versión tuya es mejor.
Besos de los diecisiete, María.

Flamenco Rojo dijo...

Quizás sea la primera vez que en tu rincón lo comento pero estoy seguro de haberlo hecho en otros. Cuando los 17, 18 y algunos años más, además de cantar en un grupo de sevillanas, como casi todos los sevillanos, y ya esto en solitario, tenía un amplio repertorio de canciones de cantautores y grupos sudamericanos y españoles y daba recitales a grupos reducidos de amigos y en alguna “velá” de barrio. Entre las canciones que tenía preparadas, como no podía ser de otra manera, tenía algunas de Violeta Parra y de Mercedes Sosa pero no estaba esta hermosa canción que nos traes hoy aquí.

¡Quién pillara los diecisiete, eh!

Un abrazo.

Anónimo dijo...

me emociono escuchando la canción, también la descubrí en mi adolescencia

Maria Sangüesa dijo...

Sí, Rafael, aquí también hubo un tiempo en el que estas canciones conllevaban un riesgo. Pero era una manera de gritar libertad. Éramos jóvenes y era nuestra manera de pedir lo que creíamos que era justo. Un abrazo.

Maria Sangüesa dijo...

Gracias, Amando, espero que su recuerdo no se extinga jamás. Un beso.

Maria Sangüesa dijo...

Nunca los olvidaremos, Soco, sus voces eran fuente de fuerza. Lo siguen siendo y lo serán. Muchos besos.

Maria Sangüesa dijo...

Así fue, Isolda, también para mí. La versión de Rosa León es magnífica; pero mi nostalgia por la marcha de Mercedes Sosa me ha hecho elegir ésta. Yo también te mando muchos besos de los diecisiete, de cuando pensábamos que no era tan difícil convertir al mundo en su totalidad, y al nuestro en particular, en un espacio de alegría y justicia...

Maria Sangüesa dijo...

Que nunca perdamos esa emoción, Santi, que nuca la perdamos. Y que, todavía, seamos capaces de poder sentir, alguna vez al menos, como cuando éramos adolescentes y creíamos que los sueños eran siempre posibles. Un beso.

Maria Sangüesa dijo...

Me habría encantado estar en esas "velás", Gonce, no sé si habría tenido arte para corear sevillanas, pero las canciones de Violeta Parra y las de Mercedes Sosa te las habría coreado, sin duda alguna. Volver a los ciecisiete sería una faena, aunque por otro lado...¡ Quién los pillara! Un fuerte abrazo.