lunes, 7 de noviembre de 2011

MARÍA SANGÜESA: TODA LA NOCHE...


TODA LA NOCHE…


Toda la noche cabía en una copa,

naufragaban luceros en su fondo

y constelaciones de palabras en los labios.


Sobre el vidrio, estremecidas escarchas

y locas notas buscando un vuelo de campanas,

truncado por nostalgias.


Partituras de viento entre las hojas

de dormidos viñedos

y reflejos nocturnos en tus ojos

heridos de silencio

por fantasmales grillos de enmudecidos cantos.


Toda la noche cabía en una copa,

como todo el dolor anega un cáliz

para tornar su vino en sangre…


Y la ebriedad del aire en humo espeso,

y la pasión en calcinadas cepas

- apagadas hogueras de lascivos residuos-.


Toda la noche cabía en una copa

y juntos la apuramos.

Bebimos hasta el último trago del adiós.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando sabes que es la última, llenas la copa hasta el filo y la apuras hasta el final. Aun así, la embriaguez no elimina lo amargo del adiós.
Una despedida tan triste como bella, María.
Feliz semana. Un fuerte abrazo.

La Solateras dijo...

Amargo trago que a veces nos empeñamos en prolongar, tal vez tratando de renacer de las cenizas.

Triste poema cargado de imágenes hermosas.

Isolda Wagner dijo...

Precioso querida María. El primer terceto nos aventura ya en ese adiós cuajado de imágenes heladas que estremecen.
Besos cálidos, siempre.

María Socorro Luis dijo...

Qué lindas imágenes, María.

Adoro tu elegante manera de hacer versos.

Y a ti. Besosbesos.

María Socorro Luis dijo...

Y un beso largo desde aquí para Isolda.

Unknown dijo...

Toda la noche cabía en una copa... y toda la hermosura que habita en tus versos, la desborda para llegar a quien te lee. Es triste el adios, pero cuando es necesario, la única salida es decirlo...
Un abrazo fuerte y un beso, querida María, con todo mi afecto.
Leo

Anónimo dijo...

Sublime, apreciada MAría, el poema en el queres capaz de decir poco para decir tanto. Metes la noche y el adiós en una copa de dificil digestión. ¿Tanta decepción hubo? Conociéndote, si, seguro.
Mis felicitaciones por tan bello poema y que pena me da de él, que no la supo entender.

Terrón de tierra

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Si toda la noche cabía en una copa es posible que hubiese otras muchas noches anteriores.
Es complejo poder beber de un solo trago el frío, el vino y el calor.

Unos estupendos versos que huelen a fin.

Un abrazo, María.

catherine dijo...

La amargura de esta última copa, de esta última noche como todos tus recuerdos de incomunicación te inspira imagines hermosas.
Un beso, María.

Blanca Langa dijo...

Cómo cuesta decir adiós. "Toda la noche cabía en una copa", que siempre duele apurar. Queda siempre un regusto de vino y de nostalgia en los labios.
Un abrazo grande.

Amando Carabias dijo...

Hasta el último trago del adiós... Es triste y dura la situación, pero es necesario el último trago, pues de lo contrario aterrizaría la duda.