lunes, 8 de julio de 2013

COORDENADAS



COORDENADAS

Se yergue un semidiós en tu pupila
cuando empuñas la brújula del sueño;
(Martha de Arévalo)

Parece que se esfuma el sol
—con tremolar de adolescentes sismos—
allá donde palpita un punto intercostal
que anuda desbocados vuelos
de diminutas alas
que ascienden desde el pecho…

El Sur y el Norte se confunden,
Este y Oeste son lo mismo,
los cuatro puntos cardinales bailan
sobre este punto intercostal que late
fuera de toda coordenada.

Desorientada brújula es el cuerpo,
al gravitar la piel hacia unos ojos
que imantan las pupilas.

Y allí perder las viejas latitudes
que indican lo seguro,
lo bueno y conveniente,
lo educado, lo que enseñan los libros
y las abuelas nos legaron…

Para encontrar un plano del tesoro
—creo que sin piratas y sin islas—
donde el valioso cofre esconde
las locas coordenadas de dos locos
que persiguen a tientas —y sin tiempo—

el mágico grial de sus dos almas. 

2 comentarios:

María Socorro Luis dijo...


Me gusta mucho ese toque desenfadado.
Amor, magia, locura...

Besos. Y mucho éxito

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Buscarse. Esto es lo más importante. Tratar de conseguir el tesoro de ahondarse en las pupilas hasta que la imagen se haga indeleble y quede para siempre. El sol ayudará porque su luz se apagará lentamente y no velará ese mirarse, ese tenerse. Me parece un poema tan delicado que si uno solo de sus versos es dañado caerá todo como un castillo de naipes.

Un fuerte abrazo, querida María.

P.D.: He vuelto a tener un conato de "malpractica" informática. Me dirijo a tu anterior publicación para remediarlo.