CASI LUEGO, CASI TARDE
Tú,
siempre serás tú.
No habrá abracadabra que te cambie.
(Ana María Iza
siempre serás tú.
No habrá abracadabra que te cambie.
(Ana María Iza
Hoy llegas casi luego, casi
tarde,
con iris compungidos,
sonrisa de galán hollywoodiense,
vaqueros desteñidos, camiseta
y náuticos manchados tierra
adentro.
Expandes tu palabra entre la
gente,
las féminas te miran más que
escuchan,
las plumas en tu espalda
forman rueda
con un despliegue de abanico
como un pavo real en su
cortejo.
Más vale que no pidas
opiniones,
lanzándome miradas
incendiarias,
te arriesgas a que diga lo
que pienso
y tal vez no sea ya tan
educada…
Me guardo los epítetos
certeros
que pugnan por soltarse de mi
lengua;
porque, después de todo,
llegas tarde,
cuando ya no es momento
de andar gastando el tiempo
con adornos
ni recurrir a un léxico
indecente.