martes, 10 de marzo de 2009

DESPERTAR, María Sangüesa


DESPERTAR

Sales del sueño,
piel de viento.
Y tus manos,
fuertes entre mis dedos,
enhebran segundos,
como horas de luz
sobre mi pecho.
Salgo sobre la orilla
del filo de tus ojos,
y tú entras
en las inquietas
aguas de los míos,
como un cormorán
que se alimenta
de las palabras
que germinan,
sobre el fondo marino
de mis versos.

Tejidos por tu piel,
de sangre y beso.

4 comentarios:

Diosaoasis dijo...

Muy bello y sutil lo que escribe suena delicado y armonioso a la vez. Un saludo a una persona como tu, de quien puedo aprender mucho.

Estaré leyendo el blog.

Maria Sangüesa dijo...

Gracias, mi niña, todos aprendemos de todos. Pero nunca pierdas la frescura ni la espontaneidad que tienes escribiendo. Un beso: María.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, María...

Con las inquietas aguas de mis ojos, leo un bello poema, tejido por tu piel de sangre y beso.

Muy bonito.

Un abrazo.

Maria Sangüesa dijo...

Gracias, Rafael, por tus palabras.
Siempre oportuno y generoso. Un abrazo: María.