viernes, 31 de octubre de 2008

POEMAS SIN NOMBRE, Dulce María Loynaz



Alguien me dijo ayer que, en estos tiempos tan duros, no entendía por qué me estaba dedicando a escribir en lugar de emplear mi máximo esfuerzo en generar más dinero y asegurarme un futuro sólido y confortable...Le respondí que alcanzar un sueño no tiene precio, que amar la literatura no es generar riqueza material, pero que la riqueza que te da no es equiparable a ninguna otra y que, además, el futuro es un tiempo que no existe así que nadie lo tiene garantizado.
Aquí reproduzco un poema de Dulce María Loynaz, me identifico con él:

POEMA II

Yo dejo mi palabra en el aire, sin llaves y sin velos.
Porque ella no es un arca de codicia, ni una mujer coqueta
que trata de parecer más hermosa de lo que es.
Yo dejo mi palabra en el aire, para que todos la vean, la palpen, la estrujen o la expriman.
Nada hay en ella que no sea yo misma; pero en ceñirla como
cilicio y no como manto pudiera estar toda mi ciencia.

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